El término diversidad es aquel que nos permite indicar, marcar o hablar de la variedad y diferencia que pueden presentar algunas cosas entre sí, aunque también nos es útil a la hora de querer señalar la abundancia de cosas distintas que conviven en un contexto en particular.
En el contexto de una comunidad, por ejemplo, nos encontramos con que existen diferentes tipos de diversidades: cultural, sexual o biológica, entre las más recurrentes.
La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.
La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora.
La diversidad sexual que refiere a las diversas orientaciones sexuales que adoptan los seres humanos. La clasificación habitual habla de tres orientaciones: homosexual, heterosexual y bisexual.
La diversidad sexual, en el último tiempo, se ha convertido en una de las demandas que más gente congrega en el mundo. Numerosas organizaciones que defienden los derechos de los gays y lesbianas suelen manifestarse a favor de esta a través de jornadas denominadas de orgullo gay y que se suceden todos los años en buena parte del globo terráqueo.